El gobernador Pérez y el jefe de la Policía de Mendoza, Caleri, tomaron nota de cómo se trabaja por la seguridad en Londres, donde se redujo la actividad delictual.
Andrés H. Gabrielli
Enviado especial de UNO Medios
Estar cerca de la comunidad. Ese es el secreto del buen funcionamiento de Scotland Yard, según aprendieron el jefe de Policía , Juan Carlos Caleri, y Francisco Pérez en su encuentro con sir Bernard Hogan-Howe, el número uno de la policía londinense desde 2011.
El gobernador manifestó vivamente su entusiasmo al salir de la reunión que, para Caleri, como cabía esperar, se prolongó un tiempo más.
Otra de las cosas sobre las que tomó noto el oficial mendocino es que “los jefes deben estar en la calle”. Y ellos no tienen rango de comisarios: son jefes o inspectores.
También interesó puntualmente a nuestra delegación el sistema de cámaras de seguridad. Estuvieron observando el centro de monitoreo, en Lambeth. El funcionamiento es similar al de Mendoza pero, claro, con muchas más cámaras. Y una novedad, en etapa experimental: cámaras individuales que llevan los propios policías con una autonomía de ocho horas.
En cuanto a las actividades de prevención, Scotland Yard se mueve sobre la base de cuatro temas específicos: las víctimas, los lugares (iluminación y limpieza de espacios públicos), las distintas propiedades y los problemas específicos de cada lugar.
Como agenda de trabajo a futuro, quedó el compromiso de organizar unas jornadas de intercambio y capacitación entre ambos países a través de la Cancillería.
“Fue una reunión productiva”, resumió Caleri.
Como dato de curriculum, vale destacar que Hogan-Howe recibió una medalla (Queens Police Medal) en 2004 y el título de caballero (sir), que se lo otorgó la reina Isabel II el año pasado.
Su estilo policial se denomina Total Policing y, según consta en la información oficial, “se basa en la lucha contra el crimen y la asistencia a las víctimas, todo con énfasis en el profesionalismo de la fuerza. Cuando introdujo este estilo en la policía de Merseyside (Liverpool), el crimen se redujo 30%”.
Como experiencia personal, los periodistas pudimos constatar, en diálogo con residentes en Londres, que aquí se vive con la sensación de estar en una ciudad segura. “De noche no cerramos las puertas de nuestras casas”, comentó una funcionaria de la Embajada argentina.